Los restos fósiles más comunes de encontrar en nuestra región, son, sin dudas, las placas que forman los caparzones de los Gliptodontes. Éstos gigantescos mamíferos eran posiblemente los que poseían la coraza más dura de todo el reino animal, incluídas las tortugas.
En el caparazón que se exhibe en nuestro Museo se puede apreciar lo sólidas que eran, casi como blindajes imposibles de atravesar.
Los Gliptodontes son EDENTADOS (pocos dientes), un grupo al que pretenecen los Perezosos, Osos Hormigueros y los tan conocidos Peludos y Mulitas.
Con estos últimos estaban más cercanamente emparentados pero se diferencian no sólo por el tamaño, sino en que los Gliptodontes tenían coraza fija; mientras que en los armadillos actuales son articuladas y les permiten enrollarse para defenderse de los depredadores.
Mandíbulas de Gliptodonte
A su vez los Gliptodontes se dividen en variosa Géneros, con características bastantes particulares.
En nuestra región es muy común encontrar los restos del GLYTODON típico, o sea un animal de gran tamaño cuya caparazón está compuesta por placas en forma de flor, las cuales permiten identificar de que especie se trata.
Tenían la cola acorazada con varios anillos decrecientes (entre siete y nueve), terminada en un cilindro o cono de considerable tamaño en el cual se insertaban gruesas puas.
También su cabeza estaba protegida por un "casco" y su vientre estaba cubierto de placas flotantes.
O sea, un verdadero tanque en el paisaje de la pampa prehistórica, con dos toneladas de peso y más de tres metros de largo.
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